Fin de año, Terminale... Vuelan por el aire en pequeños
pedacitos las hojas de la carpeta... Los apuntes...
Hoy tratamos de recoger algo de todo eso que se nos ha ido perdiendo con
el tiempo, las mudanzas, los viajes y el paso de los años.
Tratamos de reconstruir un trozo de la historia que anudó fragmentos
de una infancia olvidada ...
Les Anciens Mermoz intentamos el rescate de un fondo de memoria, de un
tiempo recobrado, de una herencia que hizo del azar, de la contingencia
de habernos encontrado un día en un patio de escuela, la necesaria
marca, la determinación que hizo de nosotros parte de lo que somos
hoy en día.
La historia siempre es fragmentaria, nunca será posible contarlo
todo, sólo existirán versiones más o menos justas
o injustas, pero lo más difícil no es la búsqueda
de la veracidad sino, la de aquel afecto, la de aquel espíritu:
Para los de origen argentino: el encuentro con una lengua extranjera de
ortografía imposible, una geografía de ultramar, unas canciones
que hablaban de otras tradiciones pero que en la ingenuidad y grandeza
de nuestra infancia abrazamos como propias para siempre.
Para los de origen francés: el encuentro con un país vasto,
un paisaje extenso, la intensidad, el exceso, de las pasiones de los argentinos
en los patios de recreo, el fútbol, el acento porteño...
Y cada uno dirá qué cosas se llevó de allí
para siempre...